Sea solo o con leche, frío o caliente, el café siempre es la opción. Por este motivo, no resulta extraño ver el boom de cafeterías y, en general, de negocios dedicados a la venta de café, sea esta para consumir en el local, delivery o take away, que se está dando.
Dentro de este boom, una modalidad de negocio que cada vez se está retomando más es la de los carritos de café y es que esta tendencia que comúnmente asociamos con las películas americanas tiene una serie de ventajas que no llegan a tener otro tipo de negocios.
Puestos a señalar las ventajas del carrito de café móvil, lo que está claro es que dentro de un espacio compacto es posible incluir lo básico y más. Y es que los negocios móviles están diseñados precisamente para optimizar la carga y facilitar que el vendedor tenga a su alcance todo lo necesario para asegurar un servicio excepcional a los clientes.
Realmente existen dos tipos de carritos para café: los que son tipo remolque, para ser transportados por un coche, y los carritos clásicos tipo carreta que han de ser empujados. Ambos tipos son útiles y muy rentables en la medida que incluso el carrito mejor habilitado retorna su inversión en poco tiempo.
Esto se debe a que aunque el café se vende barato, el volumen de ventas compensa el precio y, lo más normal es que los clientes no se limiten a un café, sino que aprovechen y pidan algo de comer. Justo por esto último, es común que se hable no solo de carritos de café, sino también del carrito con postres.
No solo eso, sino que, además, el mantenimiento de un carrito no es equiparable ni de lejos con los gastos de alquiler, luz y electricidad que tiene un local. Tan solo con comprar un carrito de café ya se podría estar diciendo que se está obteniendo un ahorro muy favorable.
De hecho, siendo puristas, el punto fuerte de los negocios móviles es que precisamente pueden desplazarse, de modo que tienen la posibilidad de llegar fácilmente a nuevos puntos de venta con potenciales clientes. Por poner un ejemplo más claro, puede ocurrir que una zona céntrica repleta de oficinas sea un sitio muy idóneo para vender café. Mientras que un pequeño comerciante no podría mantener el alquiler de un local en esa zona, un vendedor ambulante de café simplemente tendría que tomar su carrito de café y plantarse a la salida de las oficinas en horas puntas. Pasados esos picos de ventas podría aprovechar para ir a otro lugar que pueda ser interesante, como la salida de un colegio o de una biblioteca.
El carrito para café resulta un negocio muy apropiado, tanto si se trata de un negocio único como si se trata de una mesa con tipos de café habilitada dentro de un bar o restaurante. Su inversión retorna fácilmente y el buen aprovechamiento de su espacio permite expandir la capacidad de venta de productos alternativos al café. Se trata de un negocio que, aunque clásico, resulta rentable y muy adecuado.
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